Las esencias florales han sido utilizadas con fines terapéuticos desde la antigüedad por diversas culturas. El sistema actual de preparación y empleo de las esencias fue descubierto en 1.928 por el doctor Edward Bach, quien comenzó a estudiar las esencias florales para sanar en las personas las causas emocionales y mentales que producen sus enfermedades.
Su teoría se centra en el bienestar del cuerpo logrando un equilibrio emocional con el poder de las flores, para ayudarnos en momentos difíciles, traumáticos o trascendentales de la vida, para desarrollar nuestros valores, cualidades y virtudes, para liberar bloqueos y avanzar en el crecimiento individual.